El 1° de marzo
recién pasado se celebró del Día Mundial del Futuro. Varios países conmemoraron
la fecha. No es una actividad que recuerde un acontecimiento particular sino
una invitación a pensar estratégicamente sobre el devenir con el fin de
aprovechar las oportunidades que hoy tenemos y anticipar los efectos no
deseados de futuros escenarios. En síntesis, busca transformar a los países y a
los territorios subnacionales en entidades orientadas al futuro.
En este
contexto, el Millennium
Project montó en su web un
sitio para preguntas y respuestas sobre los principales desafíos de la
humanidad. El sitio abierto al público es https://themp.org/#section=questions en la que ustedes encontrarán
parte de la interacción que se registró. Pongo como ejemplo la siguiente
pregunta: ¿Si las
tecnologías futuras como inteligencia artificial, robótica, biología sintética,
nanotecnología, impresión 3D y 4D, ciencia computacional, etc. eliminarán
más empleos que los que se crean, que debemos hacer? ¿creamos
nuevos trabajos, nuevos sistemas económicos o qué?
Jerome Glenn,
CEO del MP responde: “yo moderé a principios de esta semana un panel sobre
investigación robótica en Silicon Valley y tuvimos una animada discusión con el
público. La respuesta ideal es que tales tecnologías eliminarán formas
deshumanizadoras de trabajo y crearán nuevos puestos de trabajo en apoyo a la
infraestructura de trabajo que permiten las nuevas tecnologías. Una respuesta
común es que dicha tecnología va a liberar a los seres humanos para hacer el
trabajo más creativo, inteligente. Pero como alguien ha señalado, la mayoría de
los seres humanos actualmente no desarrolla trabajo creativo o inteligente. Un
hombre realista apuntará a un escenario como "El Pianista," de
Vonnegut[1] en el que el único trabajo que hay para la mayoría
de los seres humanos es estar arreglando baches y probablemente sólo para
mantenerlos ocupados, porque un robot podría hacerlo también. Otra respuesta
ahora optimista es que la nueva tecnología aumentará y mejorará el trabajo de
los seres humanos, proveyéndoles de nuevas capacidades, nuevos sentidos y
nuevos tipos de trabajo que no podemos hoy imaginar…. Este es uno de los
desafíos económicos más importantes del futuro" (Traducción
libre y parcial del texto).
Esta temática
es recurrente en el blog del economista Paul Krugman. En uno de sus posteos en
español vinculaba la educación con los escenarios del trabajo a futuro.
Señalaba: “Es una verdad universalmente aceptada que la educación es la
clave del éxito económico. Todo el mundo sabe que los empleos del futuro
requerirán niveles de capacitación más altos que nunca. Es por esto que, en una
reciente aparición junto al ex gobernador de Florida Jeb Bush, el presidente
Obama declaró que "si queremos más buenas noticias sobre el empleo,
tenemos que hacer más inversiones en educación". Pero lo que todo el mundo
sabe es equivocado. Un día después del encuentro Obama-Bush, The Times publicó
un artículo acerca del uso creciente de software para realizar investigaciones
legales. Resulta que las computadoras pueden analizar rápidamente millones de
documentos, haciendo de un modo muy económico una tarea que requería ejércitos
de abogados y asistentes. En este caso, entonces, el progreso tecnológico está
reduciendo, de hecho, la demanda de trabajadores con un alto nivel de educación.
Y la
investigación legal no es un ejemplo aislado. Como lo señala el artículo, el
software también viene reemplazando a los ingenieros en tareas tales como el
diseño de microprocesadores. La idea de que la tecnología moderna elimina sólo
empleos poco calificados, que los trabajadores con una sólida educación son
claros ganadores, puede ser dominante en la discusión pública, pero se
desactualizó hace décadas. El hecho es que desde 1990 aproximadamente el
mercado laboral de EE.UU. se ha caracterizado no por un aumento generalizado de
la demanda de capacitación, sino por un "vaciamiento": los empleos
con mejor remuneración y los de salarios bajos crecieron rápidamente, no así
los empleos de salarios medios, la clase de trabajos de los que dependemos para
sostener a una fuerte clase media. ¿Por qué ocurre esto?
La creencia de
que la educación es cada vez más importante se basa en una noción que suena
plausible: los avances tecnológicos incrementan las oportunidades laborales
para quienes trabajan con información; dicho en términos más sencillos, las
computadoras ayudan a los que trabajan con la cabeza y perjudican a los que
trabajan con las manos. Sin embargo, algunos años atrás, los economistas David
Autor, Frank Levy y Richard Murnane argumentaron que esta era una manera errada
de pensar el tema. Las computadoras, señalaron, sobresalen en tareas
rutinarias, "tareas cognitivas y manuales que pueden realizarse siguiendo
reglas explícitas". Así, cualquier tarea rutinaria, categoría que abarca
diversos trabajos administrativos no manuales, está en la línea de fuego. Por
el contrario, los trabajos que no se pueden llevar a cabo siguiendo reglas
explícitas ,categoría que incluye diversas clases de trabajo manual desde
choferes de camiones hasta porteros de edificios, tenderán a crecer aun a pesar
del progreso de la tecnología. Tiene que ver con la dificultad de automatizar.
Y he aquí el nudo de la cuestión: la mayor parte del trabajo manual que todavía
se hace en nuestra economía parece ser del tipo del que es difícil de
automatizar. Las aspiradoras-robot (roombas) son lindas, pero todavía falta
mucho para que haya porteros-robot; por su parte, la investigación legal
automatizada y el diagnóstico médico por computadora ya están aquí.
Y también hay
que considerar la globalización. En otra época, sólo los obreros de fábrica
tenían que preocuparse por la competencia de otros países, pero la combinación
de computadoras y telecomunicaciones hizo posible proveer muchos servicios
desde lejos. Y la investigación de mis colegas de Princeton Alan Blinder y Alan
Krueger sugiere que los empleos bien pagados realizados por trabajadores con un
alto nivel de educación tienden a ser más "tercerizables" que los
trabajos realizados por trabajadores menos calificados y con sueldos bajos. De
ser así, el crecimiento del comercio internacional de servicios agudizará aún
más el vaciamiento del mercado laboral. Lo
que no podemos hacer es llegar adonde queremos ir simplemente otorgándoles a
los trabajadores títulos universitarios que pueden ser no más que pasaportes a empleos
que no existen o no pagan salarios de clase media".
La
importancia del trabajo en el futuro motivó al Comité de Planificación del
Millennium Project a desarrollar una investigación de futuros con la ayuda de
sus nodos.